Una vez promulgado el primer Plan General de Alumbrado Marítimo de 1847, fue necesario organizar, de forma también centralizada, el servicio de mantenimiento de los faros. Es por esto que en 1851 se creó el Cuerpo de Torreros de Faros, estableciéndose un reglamento por el que deberían regirse estos funcionarios y que a lo largo de los años fue reformándose para adaptarse a los cambios sociales y tecnológicos. El primero de esos reglamentos aparece editado en el año 1857.
En 1939 y a petición propia de los torreros, se cambió la denominación del cuerpo y pasa a ser el de Técnicos Mecánicos de Señales Marítimas.
En 1992, se promulgó la Ley de Puertos y de la Marina Mercante, en la cual se declaró a extinguir el Cuerpo de Técnicos Mecánicos de Señales Marítimas.
En un comienzo el aspirante a torrero debía permanecer un tiempo de prácticas en algún faro (períodos que oscilaron a lo largo de los años desde 6 meses hasta simplemente 15 días) para luego realizar el examen correspondiente.
También se establecieron escuelas de faros, como las que hubo en los faros de Torre de Hércules y Machichaco, hasta que finalmente se creó el Centro Técnico de Señales Marítimas en Madrid.
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